LO MEDIOCRE Y EL SANDWICH MIXTO

 Visualice el mejor sándwich mixto posible, con su jamón caliente, su queso fundido, su pan tostado... ¿Es la mejor comida del mundo? Desde luego que no. ¿Es la peor? Seguro que tampoco. A nadie le disgusta un sándwich mixto pero difícilmente alguien lo elegiría para el menú de su boda o como última cena en el corredor de la muerte. No es un plato brillante, pero para salir del paso nunca está mal; cumple su función. «Perdone, la cocina ya ha cerrado, pero si quiere le podemos hacer un sándwich mixto».

Podríamos decir que el sándwich mixto es un plato sencillamente mediocre. No malo, ojo, me-dio-cre. Es decir, «de calidad media», según estricta definición de la RAE. «De poco mérito». Vamos, del montón.«Los mediocres se organizarán para adularse unos a otros, se asegurarán de devolverse los favores e irán cimentando el poder de un clan que irá creciendo atrayendo a sus semejantes». Uno puede ser un mediocre muy competente, es decir, aplicado, servil y libre de todas las convicciones y pasiones propias. En ese caso, el futuro es suyo porque las instituciones de poder son reacias a codearse con personas comprometidas política y moralmente o que sean originales en sus pensamientos y métodos.

(Rodrigo Terrassa)

Curiosa la semejanza entre un sandwich mixto y una persona mediocre. Tienen en común que no molestan, que son cómodos, no malos, de calidad media pero de poco mérito. En una palabra, mediocre.

Estamos en una sociedad donde hay muchos mediocres en general pero que en un momento determinado han alcanzado cotas de poder y uno no se explica cómo ha sido, cuáles han sido las circunstancias que le han llevado hasta allí. Quizá estar en el sitio adecuado en el momento determinado, como ese sandwich sin pretensiones que nos saca del apuro. No molestan y son fácilmente manejables, pero, ojo, eso al principio, porque después más de un mediocre se ha encampanado y se creen los reyes del mambo. Estoy pensando en muchos de nuestros políticos actuales, con tan poca clase. Y en el poder y como jefes son los peores. Además no saben rodearse de gente más válida que ellos para que no les hagan sombra. 

Ejemplo de algo que no es nada mediocre son las rosas. Rozan la excelencia y al mismo tiempo irradian clase y elegancia. Nada que ver con el sandwich mixto.

Besos.