Estaba segura de que los objetos atesoran una parte del espíritu que ha habitado en sus propietarios. Tan segura que jamás se desprendía de nada que le trajera buenos recuerdos relacionados con seres queridos. No profesaba esa creencia de una manera completamente consciente, pero sí con la suficiente convicción como para otorgar a las cosas un valor simbólico infinitamente superior al material. De ahi que su casa fuese una especie de bazar en el que convivían muebles familiares de varias generaciones, adornos inverosímiles, souvenirs de los incontables viajes realizados a lo largo de los años por trabajo o de vacaciones con su hija, fotografías, cachivaches y cuadros objetivamente feos, sin un estilo decorativo definido ni otra armonía que a que proporcionaba a su espíritu el estar rodeada de "sus cacharros".
(I. San Sebastián: La mujer del diplomático)
Hay personas, sobre todo de cierta edad, que han acumulado tantos objetos variopintos en su casa que ya casi se convierte en una exposición de cosas que podrían encontrarse en un bazar. Hay otras que no adquieren ningún recuerdo de viajes o de personas y su casa está despejada pero un tanto despersonalizada. Yo me encuentro en el primer apartado.
Cada objeto de mi casa me dice algo. Uno es un regalo de alguien querido, otro un souvenir de algún viaje mío o de otros. Con lo cual, no es de extrañar, que en la entrada cohabiten unos papiros egipcios que trajo mi hija, con unos iconos griegos, traídos por mí y unas flores de porcelana de Capodimonte... si se busca la armonía de un estilo decorativo, se debe desistir enseguida. Cada cosa tiene un valor simbólico para mí y los míos.
No llego al caso de acumular muebles antiguos de generaciones anteriores pero si lo hiciera tendrían su historia. Como en el caso de esta cunita antigua y de la mesa brasero que visten los salones del Parador de San Marcos de León. Un lugar aconsejable para los que alguna vez queráis sumergiros en la historia.
¿Quién los usaría? ¿Qué significado tendrían para sus primeros dueños?
Besos
Una vez alguien intentó regalarnos una lámpara para el hall representando el genio de Aladino, con su humo y todo, de tamaño natural y tallada en la raíz de una planta exótica, policromada luego. Como se dice vulgarmente, todavía "se me erizan los vellos" al recordarlo.
Aqui hay una tienda de antiguedades en pleno centro de la ciudad y tiene verdaderas obras de arte
saludos
Yo también estoy en la primera categoría. Es más, me cuesta mucho deshacerme de los objetos que tienen un significado profundo para mí. Y como soy tan sensiblona, esos objetos son la mayoría. Mi habitación está llena de cosas que juntas, no tienen ningún sentido, pero por separado, lo tienen todo, porque me recuerdan a alguien o son regalos, me recuerdan momentos de mi vida...
En fin, que yo tengo una Vénus Noire cada vez más acaparada por libélulas, al lado de un Julio César y dos figuritas de Juego de Tronos. Parece encontrarse bien en este hábitat...
Besos.
¡Hola!
Yo también soy de los que creen que los objetos conservan la identidad de las personas que las han usado y de las funciones que han representado en la vida. Por eso me encantan los museos. Mi casa no es un museo, pero me cuesta desprenderme de cosas antiguas, aparentemente inútiles, que estaban fabricadas con ese concepto de "obsolescencia programada" con que se hacen hay la mayoría de nuestros útiles y máquinas.
Te he dejado comentario en la actualización anterior.
Saludos.
Buenas tardes-noches.
Madre mia ...que cunita tan preciosa y que brasero...auténticas maravillas.
¿Que me vás a decir a mi de tener cosas?¡¡¡ nuestra casa si parece un museo , bueno...ya tengo como sabes una habitacion que és El Museo...alli están todas mis colecciones y ya , por la casa , en todas partes hay cosas .
Disfruto y como bien dices , todo son recuerdos.
Tengo el secreter de mi madre, que cuando yo era pequeño siempre pensaba que cuanto me gustaria tenerlo y mira , ahora lo tengo .Con sus cajoncitos , su sitio para escribir etc.
Y máquinas de escribir y radios antiguas ...
Lo que pasa es que llega un momento que no caben las cosas.
Menos mal que a Mary le gusta tambien todo esto...
Que raro que no hayas acertado la adivinanza de hoy ...otra piusta es que , sobre todo antes , muchas no salian de su "casa", bueno, no podian salir ...
Besos.
A mí también me gusta conservar cosas. Aunque por el momento, en plan tesoros de nuestros antepasados (abuelos y tal), los encargados de conservarlos son mis padres y mis tíos. Ya llegará el día en que nos pasen la batuta... aunque espero que para eso quede mucho, claro está.
Tiene mi padre de mi tío el que vivía en Francia, todos sus casettes y libros que adquirió el en su día para aprender francés allí en Francia de jovencito. Y mi padre está empeñado en que no me los da. No hay fuerza humana que lo convenza de lo contrario. Pero vaya, que ya llegará el día en que caerán en mis manos jaja
Fíjate a dónde llega el asunto, que me está haciendo copias en el ordenador de los audios y copias del libro... menudo trabajazo y todo por no claudicar... que lo entiendo porque era su hermano, pero yo era su sobrina favorita, el derecho a conservar cosas suyas me lo he ganado jaja
En fin... los años pasan xD
astur_82Ayer a las 23:00
eliocroca2Ayer a las 22:05
gkaneAyer a las 20:48
Joaki-007Ayer a las 19:00
mandarina1981Ayer a las 07:52
