OJOS Y MIRADA

Hace tanto que pasé mi ecuador
los años bajan como rompehielos
traen edictos nada promisorios
el pellejo es conciso y elocuente
tiene arrugas y manchas desgarbadas
lunares sospechosos y en capilla
es archivo de tactos y contactos
registra las caricias
dadas y recibidas
fue tieso y joven
eso dicen
la luna asoma
la creciente
la de los locos y murciélagos

creciente sólo para recordármelo

hace ya tantas lunas

que pasé mi ecuador

los ojos cambian
nunca la mirada.

(Mario Benedetti)

Siempre estuve de acuerdo con ese consejo que decía más o menos así: "Enámorate no de sus ojos, sino de su mirada". Y eso es lo que viene a decir a modo de conclusión este precioso poema de Benedetti: los ojos cambian, nunca la mirada.

Es un poema un tanto triste porque retrata las vivencias y los sentimientos de una persona madura que ya pasó el ecuador de la vida y observa los cambios que se presentan exteriormente, todo se transforma, evoluciona pero nunca la mirada que es la esencia de una persona.  Lo importante se halla en la mirada, no en la cosa mirada. Y si miramos a algún lugar que sea hacia arriba donde se encuentran los sueños. Aunque a veces parezca que algo se interponga, el azul del cielo está allí. La vida solo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero ha de ser vivida mirando hacia adelante 

Besos