OTROS MÓVILES

De tanto uso del móvil
se me olvidó sonreir,
y después de una mirada
ya no grabo una sola alma.

De tanto uso del móvil
se me olvidó el vivir
de forma tranquila y sana,
cada detalle se me escapa.

Ya no observo el cielo
ni descifro sin miedo
la magia de las nubes
y sus altas cumbres.

Ni hago el amor
a dos oscuros ojos
ni recuerdo la pasión.

Desde que uso el móvil
ya no soy yo
y soy como voy,
aunsente del sentir,
ausente de todo,
de unos óculos, una piel,
sin repasar la comisura
que al mirar cada vez
incitaba beso en blancura
para beber su miel.

(Plans)

Mucho nos ha cambiado la vida el uso de los teléfonos móviles. Y como en todo, los excesos no son buenos para nada. Se ha sustituido el observar por fotografíar o por grabar hasta el punto de no disfrutar del momento en toda su extensión y limitarnos a lo que se puede ver en el encuadre de la pantalla.

Pero nos olvidamos de otros móviles que responden a este nombre de manera más clara. Son esos artilugios que el viento mueve y les hace producir sonidos como el de la foto que se encuentra en el cementerio de Glasgow, en Escocia, sobre la tumba de un bebé.

La foto es cortesía de Victoria que anda estos días por allá.

Besos.