PALOMAS

No, si ya lo sé. No hace falta que me lo digáis. Sé que es una paloma y que no va a hacer una locura. Vamos, que andar por la cornisa de un edificio es algo que suelen hacer las palomas. Además, esta parece normal. ¿Verdad que no debería estar preocupado? Pues lo estoy. Y mucho. Llevo un buen rato sin perderla de vista y he descubierto algo. En sus ojos. Tristeza, creo. Como si la vida entera se hubiera colgado de una de sus patitas y tirara de ella hacia abajo. A veces, vivir es una pesada carga, y me imagino que esto aplica por igual a nosotros y a ellas.

La paloma hace funambulismo al borde del precipicio. Puede que solo esté jugando; exhibiéndose, incluso. Pero, ¿tan descabellada os parece la posibilidad de que la paloma no sepa, realmente, dónde comienza el abismo? Si supiera el peligro que corre a lo mejor no estaría ahí. O, tal vez, sí lo sepa, y lo único que está haciendo ahora es sopesar, indecisa, las consecuencias del impacto. En esto pienso mientras veo cómo se acerca y se aleja de mí. Mis pies cuelgan en el vacío y no dejo de pensar en si no será la paloma la que espera a que yo alce el vuelo primero.

(Jorge Duarte)

Uno de los aciertos de un microrrelato es un final inesperado, rápido, de los que dejan descolocado al lector porque lo ha estado engañando hasta casi la última frase. Y es el caso de éste que traigo hoy. Me parece impactante. Todo el tiempo de lectura estamos siguiendo los movimientos de la paloma por la cornisa de un edificio al borde del abismo, ante la atenta mirada del narrador que teme por la integridad del ave. El tono se va ensombreciendo poco a poco hasta que al final los papeles se invierten. Es la paloma la que teme por la acción del hombre, a punto de lanzarse al vacío.

Las palomas se suelen asociar a la libertad, a la paz, al candor, si nos fijamos en su parte positiva, porque en otros casos son sucias, descuidadas y desagradables. Hoy nos quedamos con la primera impresión y os enseño una paloma enorme, de diseño moderno, entre hierro y granito que se encuentra delante de la Iglesia de Fátima en Salamanca, Imagen que suele estar acompañada por palomas blancas.

Besos.