RECUERDOS AL ATARDECER

Los atardeceres al ocaso del dia, impregnan el aire de melancolía, cuando los últimos celajes que se filtran entre las nubes, atravesando las cortinas transparentes, de una gran ventana y colorean de ámbar, los ambientes , reminiscencias del pasado que despiden aromas de vainilla, con bizcochos de canela, saboreamos juntas, dos hermanas y una amiga, en tanto conversamos todas, de los momentos felices, que vivimos ahora mismo y nos unen como hermanas, a pesar de que hemos nacido en distintos lugares, hoy vivimos unidas, por las circunstancias.

El sol no se oculta nunca, es la tierra la que girando sobre si misma, ensimismada, le oculta al sol en su propia sombra una de sus mitades. Metáfora perfecta de la actitud humana que habla del silencio mientras vive de espaldas a su luz, a su belleza y a su bondad. Menos mal que el Sol divino sigue brillando siempre en las zonas mas sencillas y limpias de corazon que el hombre no consigue ocultar en la oscuridad.

(JMS)

Un atardecer a la orilla del mar nos impregna de serenidad y también de una cierta melancolía. Los rayos del sol ya no son tan directos y se posan más suavemente en los objetos y en la propia naturaleza, matizando todos los colores. ESto es lo que hizo con las casetas de colores vistos desde el otro lado, desde el paseo.

Me gustó mucho esta foto, es de esas que ves antes de hacerla. Me gustó por la serenidad del momento, la casi ausencia de gente y la combinación de tonalidades. Ahora, al verla, me produce nostalgia y melancolía, ambas sensaciones que no son en absulto negativas. La nostalgia es buena para el espíritu, nos produce añoranza, ese deseo de volver a este lugar tan especial ,teñido por la luz del atardecer.

Besos.