La Navidad se asocia con felicidad y armonía, es lo que se nos inculca desde la infancia. Evidentemente, no todo el mundo lo vive igual y estar pasando por un proceso de duelo, sentirse solo, pasarlo mal por la ausencia y la añoranza de un ser querido hacen que el estrés y la ansiedad aumenten durante estos días. Y afrontar la falta de una persona significativa durante esas celebraciones, su silla vacía ya sea por fallecimiento, separación u otro motivo de ausencia lleva su proceso. La persona experimenta una nostalgia que le produce una disformidad e incongruencia interna, un malestar que puede expresarse a través de síntomas de características ansioso-depresivas: tristeza, soledad, irritabilidad, angustia, apatía, aislamiento, sentimientos de culpa.
Se trata de un síndrome más común de lo que parece y de hecho muchas personas pueden vivirlo sin ser conscientes de ello, porque a veces nos resulta difícil identificar la fuente exacta de nuestro malestar y otras deriva en estrategias de "evitación o negación, por miedo a mostrar debilidad o simplemente por la dificultad para lidiar con las emociones asociadas a este fenómeno. El hecho es que mamá va a faltar. Pues brindaremos por ella. Yo levantaré la copa hacia arriba, recordándola"
(Marisa del Bosque)
Esta navidad a muchos de nosotros se nos va a manifestar el síndrome de la silla vacía, el echar de menos a alguien que acaba de dejarnos y por la que estamos pasando en estos momentos el proceso de duelo. Que es algo que hay que pasar. Nada peor que guardarse los sentimientos, esconderlos por el qué dirán. Esto a la larga puede ser muy perjudicial, es lo que llaman el fenómeno de la evitación o negación.
Tenemos que hacernos a la idea de que ya se han ido y hago mías las palabras de la última frase. Levantaré la copa hacia el cielo, recordando a mi amada madre, con la que nunca solté amarras, desde que vine al mundo, en el pico de un cigüeña, como la que se puede contemplar en uno de los preciosos Nacimientos que estos días han instalado en Salamanca. Dedico esta actualización también a Joaquín, él también ha tenido una tremenda pérdida hace poco y me entenderá.
Besos.
Pues sí, una silla vacía nunca vuelve a ocuparse, pero el tiempo y los recuerdos acabarán haciendo más soportable la ausencia.
Buenas noches .
Te entiendo perfectamente y te agradezco esta dedicatoria.
Cualquier momento del año es terrible perder a un ser querido pero yo creo que hay fechas más importantes que otras .Aparte perder a un ser querido por ejemplo en estas fechas ,pues significa que todas las Navidades el recuerdo es mayor por cuestión de que en estos dias , la gente está mas alegre , hay mas musica y todo son felicitaciones y la verdad es que uno no está para todo eso, y supongo que ya para siempre queda esa pena .
Pero repito que sin duda alguna si lo pierdes en marzo pues la pena y la falta es la misma .
Luego ,aunque un ser querido sea quien sea , es un ser querido que se ha ido ,una madre ,es una madre...
Nos esperan dias dificiles ya que , son momentos que los recuerdos són mayores , a mi por ejemplo estos dias me viene a la memoria cuando eramos pequeños y mi hermano y yo preparábamos todo lo de la Navidad.
Por eso te entiendo perfectamente ,porque repito,una madre es una madre...
Bona nit .
Un beso.
Buenos dias mi querida amiga, pues sí la verdad, yo siempre alzo mi copa y brindo por mis papis, pues hoy se cumplen 12 años que ella se fue, y por muchos años que pasen nunca se olvidan y se acentúa más su añoranza en estas fechas, pues a mi me superan esos recuerdos.... enfin mi querida amiga mucho ánimo y adelante pues ellos estan siempre en nuestros corazones, un abrazo.
Cuando hace su aparición ese "síndrome de la silla vacía", las Navidades dejan de vivirse con la plenitud que la viven los niños. A través de ellos podremos recuperar un cierto sentido de estas fiestas, pero las ausencias siempre estarán en nuestra mente.
Besos.
eliocroca2Ayer a las 22:10
Joaki-007Ayer a las 18:41
corremundosAyer a las 11:04
angela.7020/06/2025
larocuky18/06/2025
