El Síndrome de Procusto es una patología psicológica cuyo nombre procede de la mitología griega. Cuando una persona lo padece, suele generar malestar a su alrededor, provocando resultados nefastos en cualquier organización social. Según la mitología griega, su significado literal es el siguiente: «Lo padecen aquellos que cortan la cabeza o los pies de quien sobresale». Esto hace referencia a la historia de Procusto, un posadero que acogía a viajeros solitarios y les cortaba la cabeza o las extremidades inferiores si no cabían en la cama.
Atendiendo a esta leyenda y a esta definición, es evidente que esta patología hace que quien la sufre se muestre intolerante ante los éxitos de los demás. De este modo, las personas que padecen el Síndrome de Procusto detestan a aquellos que destacan en algún aspecto y rechazan, en consecuencia, todos los proyectos e ideas que proponen. Habitualmente, tienen miedo de conocer a gente que goza de éxito profesional o de compartir espacio con compañeros que tienen más conocimientos, iniciativa o capacidades que ellos. De hecho, sienten tal malestar ante estas personas, que enfocan su energía en limitar sus capacidades por temor a que queden en evidencia sus propias carencias.
(Adriana M.)
"Quiero que te vaya bien pero no mejor que a mí". Creo que esta frase resume a la perfección lo que significa esta patología que afecta a más personas de las que parece. Las encontramos por todas partes pero sobre todo son numerosas en el ambiente laboral, en algunos jefes que quieren contratar a personas inteligentes para luego decirles lo que tienen que hacer y no al revés, que esas personas aporten sus ideas y se pueda aprender de ellas. Y aunque en nuestro país es algo muy habitual ligado a veces con la envidia, pecado nacional, no es sólo de aquí, este síndrome existe en cualquier lugar. A quien sobresale se le corta la cabeza o los pies, metaforicamnete hablando, claro. Lo despreciamos o directamente lo quitamos del medio.
Eso no es ser un buen líder porque repercute en el triunfo o fracaso de la gestión de equipo. En el momento actual se ven muy pocos líderes de verdad y menos aún en el terreno político donde abundan los mediocres que quieren triunfar a toda costa pero solo por ellos y para ellos.
A los grandes hay que cuidarlos y nunca limitar sus capacidades. Grande y hermosa la cabeza del David de Miguel Ángel en comparación con su conservadora. Seguro que el escultor padeció más de una vez a algún compañero con este síndrome.
Besos.
Es cierto que en España el Síndrome de Procusto está casi tan extendido como el coronavirus, pero nos consolaremos pensando que no somos los únicos.Y también es cierto que Michelangelo Buonarroti, acostumbrado como estaba a hacer lo que le daba la gana en su obra y en su vida, tuvo algún problemilla a este respecto.
Buenas noches .
Los grandes jefes , tienen que rodearse de gente competente y que aporten ideas y que ese jefe, las volore y las premie .
Hay "otros jefes" que se rodean de gente inteligente y que aportan ideas que ellos rechazan en un principio y luego , ellos ( los jefes ) las ponen en marcha, poniendose la medalla ellos...
Te podría contar mas de un caso ...pero bueno.
Y otra gran verdad... "A quien sobresale se le corta la cabeza o los pies, metaforicamnete hablando, claro. Lo despreciamos o directamente lo quitamos del medio."..madre mia ..mas de uno y mas de 10...( siempre refiriendome en trabajos de empresas con mucho personal ...)
Lo de Sant Jordi es una auténtica tonteria que ya lo programen para ese dia ..vaya , que no me creo ( OJALA SI ¡¡) que para esa fecha podamos estar todos en la calle , "juntitos" viendo libros y haciendo colas para firmas ..
Un beso,
Sí que se lo han currado el orígen del síndrome de Procusto. Hilando fino xD
Ay, las envidias, y el poco deseo de que otra persona triunfe, o simplemente que le vaya bien.
A muchísima gente no le gusta que otros queden por encima suyo.
No estoy yo muy inspirada hoy para opinar de este asunto, pero vaya, tampoco hay mucho más que decir.
Te he dejado comentarios en las dos actualizaciones anteriores.
Estamos en una sociedad muy competitiva en la que cada vez se exige más a cada persona. Se está demandando una excelencia de difícil consecución. Quizá esto favorezca ese síndrome de Procusto. Aunque creo que siempre ha existido.
Siempre escuché que un buen jefe es el que sabe rodearse de un buen equipo. En el terreno político hoy en día, los que verdaderamente destacan no están en política y los que están no pasan de ser unos mediocres, unos trepas, que llegado el momento demuestran su total incapacidad para un cargo de responsabilidad ... pero ahí están. Y dirán aquello de "dime tonto y dame pan
Saludos.
Se dice que se puede recorrer un país saltando de gilipollas en gilipollas... pues igualito con los que tienen el Síndrome de Procusto. La de cantidad de gente que se cree superior y a la que no les gusta que estén por encima de ellos... Nunca entenderé la competición, a no ser que sea con uno mismo, que lo de mejorar no está de más.
La foto, muy graciosa.
Besos.
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