TALENTOS OCULTOS

Si te dijera que has nacido con siete talentos dentro de ti pero que tal vez aún no los has descubierto, ¿qué pensarías? Y es que algunos talentos pueden permanecer «ocultos» durante toda una vida porque no se le da el suficiente valor a esa habilidad o capacidad, o incluso porque la persona llega a creer que «eso no es tan importante pues se trata de «algo «sin importancia» ya que lo hace «por gusto» y «no le cuesta esfuerzo».

Así, personas con una excelente memoria o con el poder de escuchar a los demás o con dotes culinarias innatas,  pueden dejar pasar la oportunidad de crecer en torno a ese talento (o incluso llegar a vivir de ello), simplemente porque no se han interesado en descubrir sus talentos ocultos. Y para ello existen muchas fórmulas a nuestro alcance. Una puede ser aportando esa habilidad o esa capacidad para mejorar algo de nuestro entorno más cercano a nivel personal, otra puede ser ponerlo en práctica en el trabajo a través de una iniciativa específica que permita aprovecharlo y potenciarlo y otra vía puede ser a través del emprendimiento, es decir, montando un negocio en torno a «lo que se me da bien, no me supone esfuerzo y me hace feliz». Pero tener talento no es suficiente para tener éxito pues es importante complementar ese talento con las habilidades necesarias para que resulte atractivo eso que sabemos hacer bien. Si no se sabe comunicar, si no se sabe vender o si no se sabe motivar con ello, en realidad no serviría para nada si lo que buscamos es tener éxito con ello. La comunicación y la venta son elementos esenciales en el emprendimiento y en la marca personal.

(Raquel Alcolea)

No sé si son siete los talentos ocultos que todos parece que tenemos y no lo sabemos o no los hemos sabido explotar como se debiera. Pero seguro que si miramos dentro de nosotros más de uno acaba saliendo a la superficie. Siempre hay algo que nos gusta hacer y que disfrutamos llevándolo a cabo, por lo que recibimos elogios, que podríamos aportar incluso gratis a otras personas, y sobre todo descubriríamos que hay cosas que creemos haber hecho siempre bien sin darnos cuenta de ello y sin pararnos  a pensar que no todo el mundo las tiene.

Hay quien , ejerciendo otra profesión, tiene un talento especial para las manualidades, para el dibujo o el canto. Otras que bailan muy bien o son grandes conversadores. Hay a quien se le da de maravilla arreglar las cosas que se estropean en la casa y que lo mismo arreglan un enchufe que desatascan una cañería. O es un as en la cocina, entre fogones. Yo conozco a alguien que es el mejor pegando objetos rotos, lo hace tan bien que no se nota nada y está claro que en él subyace un restaurador en potencia.

Se impone una reflexión sobre lo que hacemos especialmente bien, sobre cuál es nuestro talento más o menos oculto. Como puede estar este sol tras esas nubes aborregadas que intentaban taparlo, sin éxito.

Besos.