Cadena de infortunios

Sábado, 15 de Febrero de 2025

UNA MALA RACHA

Como lo prometido es deuda, hoy toca una nueva entrega de "Cosas mías", porque además, tengo un acumulado importante de cosas para contar. En este caso, son cosas malas, pues la verdad ha venido una de esas malas rachas que todos por desgracia tenemos que sufrir de vez en cuando a lo largo de nuestra vida.

El 2024 para mí en balance fue bueno, pero, os cuento a continuación, que a partir de diciembre, empezó esa mala racha que os mencionaba.

PRIMERA TRAGEDIA

Bien, empiezo desde el fallecimiento de mi amigo (amigo de toda la vida como quien dice). Eso ya os lo conté. Ahí es cuando empezó a estropeárseme la felicidad. Eso fue y sigue siendo un golpe duro. Además, fue tan repentino, que ya no es sólo por la muerte en sí (que evidentemente es lo principal), si no por el impacto de algo que una no se espera para nada en absoluto, y eso que ya tenía antecedentes, pues sufrío un primer ictus hará como unos 6 o 7 años, pero se recuperó tan bien... de hecho al menos secuelas físicas no tenía absolutamente ninguna. Bueno, pues esta fue la primera tragedia de otras cuantas más.

SEGUNDA TRAGEDIA

Pasamos a la segunda. Que en realidad se supone que iba a ser la primera pero al final, hubo un giro dramático del orden por la muerte inesperada del anterior.

Ahora vamos con Jesús, el suegro de mi hermano al que conocemos desde hace más de 20 años.

Resulta, que este último verano, se empezó a sentir mal (no sé exactamente qué edad tenía pero andaría por los 72 o 73 años). Al parecer sentía como una hinchazón en la barriga bastante molesta. Lo ingresaron (nosotros fuimos a verlo al hospital), y le pusieron el tratamiento que fuera y consiguieron que el arrechuche se solucionara. De hecho le dieron el alta y él se veía la mar de bien. Se fue para casa y a seguir con su vida normal.

Acabaron las vacaciones de verano, y yo ya en septiembre me vine de vuelta a Almerimar. Pues cuando pasaron unos días de estar aquí, me llamó mi madre diciéndome que por lo visto, Jesús otra vez había empezado a sentirse mal. El caso, es que se liaron a hacerle pruebas, y al final, le detectaron un cáncer de hígado. Pero resulta, que el cáncer estaba ya en fase terminal, es decir, que cuando se ha manifestado y por fin dieron con la tecla (Jesús ha estado tan normal hasta este verano pasado), ya era demasiado tarde y ahí no había nada que hacer. Cabe la posibilidad de un trasplante de hígado, pero los trasplantes a esas edades ya no los hacen, pues los órganos están reservados para personas más jóvenes. Así que nada. Todo era cuestión de esperar al fatal desenlace. Jesús, falleció el 19 de diciembre. Ya mi hermano nos había comunicado que estaba cada vez peor, que ya lo único que tenía era un tratamiento paliativo, pero que la muerte iba a llegar sí o sí. Y llegó. La rabia que tengo con todo eso, es que murió justo el día antes de mi último día de trabajo. Y no pude asistir a su entierro, ya no sólo por acompañar a mi cuñada, si no por mí, porque para mí era una persona querida y me hubiera gustado mucho estar. Pero claro, por el fallecimiento del suegro de tu hermano, como que no te dan permiso ninguno. Así que nada...

TERCER BACHE (de momento, no llega al nivel de tragedia)

Mi madre es la mayor de tres. Ella, mi tío Hipólito (que supongo que recordaréis que falleció hace unos años de cáncer de colon) y mi tío Ángel, que tiene ahora 68 años (los cumplió en octubre).

Pues resulta, que a mi tío Ángel le han diagnosticado un cáncer de riñón. Por lo visto, lo sabía antes de las Navidades, pero no nos ha dicho nada hasta después de Reyes. Vamos, yo me enteré cuando ya estaba de vuelta en Almerimar. Por lo visto, se guardó la noticia durante las Navidades pues dice que no nos quería estropear las fiestas (mira qué tonto... yo ya las tenía estropeadas por todo lo anterior, así que ya ves...). Pero vaya, él es así de buena gente.

El caso es que el médico que lo trata, le recomendó ir a una clínica que hay en Málaga que tiene una técnica novedosa que por lo visto está dando muy buenos resultados. Y evidentemente lo han operado ahí, en esa clínica. De momento, ha salido todo bien. Lo operaron el 30 de enero, y a los días le dieron el alta y ya está en casa recuperándose. De hecho ya más o menos está haciendo vida normal, pero a ritmo tranquilo. Yo evidentemente al estar fuera, todo esto lo estoy viviendo desde lejos. Que os digo una cosa, las desgracias, cuando las vives de cerca son chungas, pero ya os puedo asegurar que cuando las tienes que vivir en la distancia, es muchísimo peor.

Mañana habrá una segunda entrega, pues no quiero alargarme demasiado, así que he decidido usar todo el fin de semana para esto.

Así que...

TO BE CONTINUED...

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SIN MINUTOS MUSICALES

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