Penitencia y Promesas

En Cartagena, cada Lunes Santo sale a la calle la procesión de Penitencia y Promesas de la Santísima Virgen de la Piedad. Esta imagen dolorosa, obra de José Capuz, representa en la calle a la Patrona de Cartagena, por lo que son miles las personas que en virtud de una promesa acompañan a la imagen. 

Cuando se habla de penitencia y promesas en la Semana Santa no debemos entender sacrificios extremos o  intensas mortificaciones corporales. Porque en realidad la penitencia va unida a la conversión. Sin conversión nuestra penitencia carece de sentido. Esa conversión a la que se nos llamaba el Miércoles de Ceniza y que alcanza su culmen en Semana Santa. Una conversión en la que descubrimos la grandeza del amor de Dios, y es entonces cuando nuestro corazón se estremece ante el peso del pecado. Se trata en definitiva una conversión al amor, pues como señala la Primera Carta de San Pedro, "amaos profundamente los unos a los otros, porque el amor cubre todos los pecados" (1 Pedro 4,8) 

La conversión se realiza en la vida cotidiana mediante gestos de reconciliación, la atención a los pobres o el ejercicio y la defensa de la justicia y del derecho (cf Am 5,24; Is 1,17).

Que la Virgen de la Piedad nos ayude en esta noche de Lunes Santo, a llevar a efecto nuestra propia conversión a través del amor de su Hijo, que nos amó hasta el extremo.

Imagen de internet: Trono de la Virgen de la Piedad, portado a hombros de sus portapasos-promesas.