MIRARSE DESDE FUERA

Siempre me ha preocupado, en esas horas ocasionales en que tomamos conciencia de nosotros mismos como individuos de que somos otros para los demás, la imaginación de la figura que haré físicamente, y hasta moralmente, para aquellos que me contemplan y me hablan, o todos los días o por casualidad.

Estamos todos acostumbrados a considerarnos como primordialmente realidades mentales, y a los demás como directamente realidades físicas; vagamente nos consideramos como gente física, para efectos en los ojos de los demás; vagamente consideramos a los demás como realidades mentales, pero sólo en el amor o en el conflicto adquirimos verdadera conciencia de que los demás tienen sobre todo alma, como nosotros para nosotros.

No he conseguido nunca verme desde fuera. No hay espejo que nos dé a nosotros mismos como fueras, porque no hay espejo que nos saque de nosotros mismos. Sería precisa otra alma, otra colocación de la mirada y del pensamiento.

(Fernando Pessoa)

Seguro que todos nos hemos preguntado alguna vez cómo nos verán los demás, qué idea tendrán de nosotros y si esa idea coincide con la que tenemos de nosotros mismos. Incluso cuando nos miramos en el espejo la imagen que recibimos no es verdadera, nos vemos al revés.

No estaría mal poder salirnos momentáneamenete de nuestro cuerpo y vernos desde fuera como sugiere Pessoa. Pero para verte a ti mismo desde fuera tendrías que ser otro tú. Nunca puedes verte con distancia. Cuando vemos a los demás los vemos como entidades físicas nunca morales, porque tampoco estremos nunca dentro de ellos.

Por otra parte, no estoy segura de que me gustara verme desde fuera. Quizá no me agradara lo que veo. Cuando se dice de alguien que está fuera de sí, no es para nada bueno...

Este espejo, en una de las salas del Palacio de las Dueñas en Sevilla, refleja la parte de atrás de la escultura y a los que contemplamos la escena, pero siempre al revés... y no es eso.

Besos.