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La literatura científica certifica que a los padres, aunque tengan diseñado un modelo mental sobre cómo les gustaría educar a sus hijos, les asaltan cuestiones históricas de su pasado –heridas tempranas que no han podido cerrar– que hacen mucho ruido en su interior y les impide organizar bien su tarea educativa. «Les impide, además, ver bien lo que necesita el niño y ajustarse a sus necesidades y ritmos. Esto da lugar a un escenario de conflictos, más que de cuidados y educación. En definitiva, hay emociones que pueden estar contaminando ese proceso de crianza soñado».
Este tipo de situaciones suelen darse en padres que han vivido en su infancia situaciones traumáticas de sobreprotección, sobre exigencia, dinámicas hostiles o escandalosas como los abusos, que entran en el terreno de lo traumático por ser repetitivas en el tiempo y haber excedido las capacidades de ese padre cuando era niño. «Por culpa de estas vivencias tuvieron que enfrentarse a emociones muy intensas de dolor, miedo, angustia, incertidumbre... que no supieron regular en su momento por no tener a nadie que les ayudara a rebajar ese dolor interior».
(Laura Peralta)
Una de las cosas más difíciles que hay en la vida es la educación de los hijos que, como es bien sabido, no vienen con manual de instrucciones. Y las dudas de los padres sobre qué es lo que se puede hacer, lo que conviene son constantes. Se tiende a repetir los esquemas aprendidos en nuestra niñez pero, como dice el psicólogo, no siempre funciona porque es muy complicado y hasta peligroso el tratar de duplicar las vivencias nuestras a veces contaminadas por motivos externos y que no tienen por qué poder aplicarse en estos momentos.
Es inquietante el caso de aquellos padres que recibieron una educación muy estricta y ahora son blandos y permisivos con sus hijos, por contraste y tampoco funciona. Como dijo Oscar Wilde, "El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos felices". Y si es así, misión cumplida,
Las cosas no tienen solo un punto de vista. Solo hay que fijarse en esta ventana abierta que nos ofrece dos visiones diferentes de la Plaza de Anaya, una real, la otra reflejada, que no es menos real.
Besos.
Que es difícil educar a los hijos, nadie lo duda; y que resulta muy fácil equivocarse al hacerlo, tampoco. Pero estoy de acuerdo con Oscar Wilde: si un niño crece en un ambiente feliz, estará preparado para entender, cuando llegue el momento, que no todo es fácil en la vida, y la necesidad de luchar por mantener esa felicidad. Es que no me va mucho la educación espartana.
Buenas noches .
Muy dificil sin duda la educación de los hijos y mucha mas en estos tiempos.
Bien cierto es que ,mi generacion ha intentado educar a los hijos olvidandose un poco de la educacion y normas recibidas de nuestra infancia ,porque no queriamos que lo pasaran mal Quizas ahi muchos han o hemos pecado de liberales .
Pero bueno , nos han salido unos hijos maravillosos y eso es la importante .
Y eso de "nos han salido unos hijos maravillosos"lo comparte con vosotros .
Lo mas importante es inculcarles que sean trabajadores , honrados ,respetuosos, lo demas pues cada uno que sea como quiera ser .
Ah ..yo tambien pienso llevar la mascarilla ..a no ser que esté en un lugar sin gente
Bona nit .
Un beso.
Me gusta mucho esta foto...
La educación de los hijos tarea complicada,
yo como no tengo, me quedo con esos dos puntos de vista de la ventana
la verdad que esta fotografía es una obra de arte
Espero estés bien!!!
Pasa buen fin de semana!!!
Besos y abrazosss!!!
corremundosHace una hora
eliocroca2Ayer a las 22:12
Joaki-007Ayer a las 18:58
angela.70Ayer a las 14:23
larocuky18/06/2025